El viento es salvaje
Texto: Ana López Segovia
Dirección: Ana López Segovia (con la colaboración de José Troncoso)
Actrices: Alejandra López, Teresa Quintero/Alicia Rodríguez, Rocío Segovia, Ana López Segovia
NO PODÍA PASAR UNA TEMPORADA MÁS SIN QUE SALDÁRAMOS NUESTRA CUENTA PENDIENTE CON UNA DE LAS COMPAÑÍAS ANDALUZAS QUE MÁS ESTÁN DANDO QUE HABLAR ALLENDE NUESTRAS FRONTERAS: LAS NIÑAS DE CÁDIZ.
EL VIENTO ES SALVAJE ES UNA RECREACIÓN LIBÉRRIMA DE DOS PERSONAJES APASIONANTES DE LA CULTURA UNIVERSAL: FEDRA Y MEDEA (EN CÁDIZ).
El viento es salvaje nace de la investigación teórica sobre la tragedia griega y de una búsqueda de historias en nuestras vidas, presenciadas o escuchadas. Así surgió una fábula en la que el viento de levante es un personaje más. Un viento salvaje que arrastra y enloquece, que aniquila a los seres humanos en marionetas arrastradas por la locura. El título de la función es, además, un homenaje a la bellísima canción Wild is the Wind, versionada por autores como David Bowie y Nina Simone.
Eurípides, autor a través del cual conocemos a Fedra y Medea, ha sido considerado tradicionalmente un hábil retratista de las pasiones femeninas. Para una compañía integrada por mujeres, la tentación de bucear en estos seres humanos era casi imposible de resistir. Eso sí: nosotras nos traemos a estas dos heroínas al sur del sur, a Cádiz, y nos preguntamos: ¿Cómo haríamos nosotras una tragedia? ¿Cómo resonarían esos mitos clásicos enmarcados en nuestro paisaje, narrados con nuestro acento? ¿Cómo es una tragedia en Cádiz? En nuestra cabeza retumba de manera intuitiva esa frase que hemos escuchado tantas veces en nuestra infancia: “Lo que está contando es una tragedia, pero te tienes que reír.
Ana López Segovia
Dos amigas. Tan amigas que son hermanas. Solo una sombra sobre su amistad:
“Mientras que una crecía confiada
Mimada por la vida y sonriente
La otra se sentía desgraciada…”
Despojamos a Fedra y a Medea de sus peplos y las traemos hasta nuestros días, convirtiéndolas en seres aparentemente grises. Solo cuando surja el conflicto asumirán de pronto una fatalidad antigua, bajo cuya influencia arrasarán con cuanto se interponga en su camino. De fondo, Cádiz, una ciudad de perfil macondiano, donde todos los elementos cotidianos adquieren una dimensión mágica que presagia la tragedia: el perturbador viento de levante, anunciado por la flauta del afilador y por la presencia del circo en las afueras de la ciudad, el trino de los pájaros, el coro de los vecinos…
El viento es salvaje es una tragedia atravesada de punta a punta por la carcajada. Es la herencia de la tierra de la que venimos, y a la que siempre volvemos, Cádiz, donde aprendimos que en toda historia terrible hay una paradoja que puede llevar a la comedia; y, al contrario, en todo arranque de humor hay siempre un fondo trágico.